Un día recibí un palo
alguien me dijo que no
pero ¡oh dicha infinita1!
a otro día 'gente me dijo felicitación divina.
Quisiera que aquella presona
hubiera debido pensar
que no era yo la que machacona
quería que empezara a andar.
pensé que le dijo "no" a Dios
a su amable invitación
para que ollera su voz
y le sonara su ilisión.
Después al recibir el consuelo
de que no todo va mal
he visto como cosa del cielo
querieńdome como consolar.
Qué infinitos los caminos
que nos pone Dios por delante
para que no vivamos mohinos
El se lleva la peor parte
siempre carga con amor
lo que le costó tánto dolor.
23 -9-1983
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